Probablemente hayas escuchado decir una y otra vez que es aconsejable invertir en metales preciosos como el oro y la plata. Sin embargo, la verdad es que el metal precioso no es una inversión simple, única y hecha. Se deben considerar muchas variables al momento de la compra.
Los inversores generalmente están divididos sobre si invertir o no sus fondos en metales preciosos. Algunos inversores no confían en el sistema económico mundial y su cartera está compuesta casi en su totalidad por metales preciosos. Otros creen que ninguna cartera debería tener oro o plata asignados.
Para ayudarte a decidir, creamos una guía con consejos sobre formas de invertir en metales preciosos, incluidos algunos de los pros y los contras. Esta guía se centra en la inversión física en metales preciosos, aunque cubriremos otros tipos de inversión, como los fondos cotizados en bolsa ( ETF ), más adelante en nuestra serie.
Pros:
En general, los metales como el oro o la plata mantienen la riqueza de manera efectiva a largo plazo, aunque pueden volverse muy volátiles. Algunos beneficios adicionales son:
- Sin riesgo crediticio.
- Mantienen su poder adquisitivo global durante un largo período de tiempo a través de la devaluación de la moneda o la inflación.
- Los metales preciosos no se correlacionan estrechamente con bonos, acciones o bienes raíces.
Contras:
- Los productos básicos como los metales preciosos no producen flujo de efectivo y su valor puede cambiar de manera impredecible.
- Los costos de transacción están asociados con la inversión en metales preciosos:
- Si compra oro físico, la empresa en el medio obtiene ganancias. Lo compran a precio mayorista, lo convierten en oro de grado de inversión y lo venden a precio minorista.
- Los costos de envío, seguridad y almacenamiento existen junto con el riesgo de robo o pérdida.
Tomar la decisión de invertir
Es fácil defender o no la inversión en metales preciosos. Sin embargo, existen estudios de casos que demuestran que invertir en un metal precioso podría ayudarlo a superar una crisis financiera. Por ejemplo, durante la crisis económica de Grecia, los retiros bancarios se limitaron a 60 euros al día. Los griegos tendrían que esperar largas filas para retirar pequeñas cantidades de efectivo. En casos como este, tener algo de oro guardado puede ser increíblemente útil.